NO LEAS LA BIBLIA
No leas la Biblia porque ella no es para los “listos” ni “poderosos”.
No leas la Biblia porque lo que en ella encontrarás es servicio, pero lo que tú quieres es que te sirvan.
No leas la Biblia porque lo que ella te dirá es que ames, y lo que tú quieres es que te amen.
No leas la Biblia porque en ella lo único que encontrarás es la vida, y lo que tú buscas es la muerte.
No leas la Biblia porque en ella solo hallarás que debes hacer el bien, pero “no puedes” evitar hacer el mal.
No leas la Biblia porque ella es sanidad, incluso para tus huesos, pero a ti te gusta el dolor.
No leas la Biblia porque ella te guía a Dios, pero tú amas lo que no es de Dios.
No leas la Biblia porque ella te pedirá obediencia, pero a ti no te gusta que nadie te diga lo que tienes que hacer.
No leas la Biblia porque ella te enseña sabiduría, pero tú amas la ignorancia.
No leas la Biblia porque solo así defraudas tu alma.
No leas la Biblia porque ella te corrige, pero a ti no te gusta que se metan en tu vida o que se preocupen por ti, ni aunque sea para bien.
No leas la Biblia porque ella embellece el rostro y tú quieres arrugas en el tuyo.
No leas la Biblia Porque ella no cuenta las cosas “con emoción” como lo hace la ciencia ficción, sino que te habla de la verdad y la realidad.
No leas la Biblia porque ella no cuenta chistes, sino que quiere hacerte una persona completa y perfecta.
No leas la Biblia porque ella te hablará de “la tediosa dicha” de amar a tu pareja para siempre, pero nosotros creemos que “dos son mejor que una (o)” y ¿acaso no tenemos “razón”?.
No leas la Biblia porque ella te enseñará prudencia, pero a ti te encanta la adrenalina.
No leas la Biblia porque ella te enseñará a caminar, y lo que tú quieres es gatear o arrastrarte para siempre.
No leas la Biblia porque no te interesará oír lo que quien te creó quiere decirte.
No leas la Biblia porque ella te hablará de decencia y santidad, pero eso es solo para las “monjas y monjes”.
¿Quién habló de dinero? Eso, o ya lo tienes, o, ni necesitas una guía completa para que nunca escasee. ¿Sembrar para la eternidad? Pero si el hoy es lo que cuenta.
No leas la Biblia porque ella fue escrita para ti, pero a ti no te interesa.
¡No leas la Biblia¡
Si no estás decidido a seguir lo que ella te pide: “Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y cualquiera que no toma su propia cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después de haber puesto los cimientos y al no poderla terminar, todos los que la vean comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.’ ¿O qué rey, que sale a hacer guerra contra otro rey, no se sienta primero y consulta si puede salir con diez mil al encuentro del que viene con veinte mil? De otra manera, cuando el otro rey está todavía lejos, le envía una embajada y pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo. “Buena es la sal; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será sazonada? No es buena ni para la tierra ni para abono; por eso la arrojan fuera…
Así que: No leas la Biblia ni hoy, ni mañana, ni el día después de mañana, porque el tiempo es oro, y el que ocupaste leyendo esto es: “Tiempo perdido”
…Quien tiene oídos para oír, oiga.””
Unico
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20 de mayo de 2006
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